Después de haber leído varios artículos acerca del futuro de las bibliotecas, unos bastante pesimistas, en el sentido que las nuevas tecnologías, los nuevos proveedores de servicios en Internet están continuamente desarrollando ideas y probando nuevos servicios que de alguna manera vienen a dejar obsoletos la mayoría de los proyectos en los que actualmente estamos inmersos: RI, ALFIN, Servidores de enlaces, metabuscadores, Servicios de referencia online, etc. Y otros[1] despreciando estas voces y argumentando que nuestro futuro está en cambiar el chip y adaptarnos a los nuevos tiempos, los nuevos usuarios y las nuevas tecnologías imitando a nuestros competidores.
Mi opinión es que no se sabe qué será de nuestras instituciones en un futuro como no se sabe qué será de otras muchas, como docentes, médicos, vendedores, en la medida en que la tecnología lo está revolucionando todo y otros agentes ponen todas sus energías en el desarrollo de nuevos servicios de valor añadido que ponen en entredicho la permanencia de nuestro trabajo[2].
Creo que lo único que podemos hacer y ya es bastante es estar “alertas”, en un doble sentido: alertas ante las innovaciones y tendencias que se confirman en nuestro terreno en otros países más avanzados, de alguna forma nos va a resultar útil estar en una posición tan desaventajada en el ranking mundial, e intentar estar a la altura de esos países en la rapidez para adaptarnos al cambio, y por otro lado, estar alertas a lo que nuestros usuarios demandan de nosotros.
[1] Wainwright, Eric J. Strategies for university academia information and service delivery. Library Management. Volume 26, number 8/9 2005. pp. 439-456.
[2] http://www.ala.org/ala/alonline/techspeaking/2005colunms/techSept05.htm
Mi opinión es que no se sabe qué será de nuestras instituciones en un futuro como no se sabe qué será de otras muchas, como docentes, médicos, vendedores, en la medida en que la tecnología lo está revolucionando todo y otros agentes ponen todas sus energías en el desarrollo de nuevos servicios de valor añadido que ponen en entredicho la permanencia de nuestro trabajo[2].
Creo que lo único que podemos hacer y ya es bastante es estar “alertas”, en un doble sentido: alertas ante las innovaciones y tendencias que se confirman en nuestro terreno en otros países más avanzados, de alguna forma nos va a resultar útil estar en una posición tan desaventajada en el ranking mundial, e intentar estar a la altura de esos países en la rapidez para adaptarnos al cambio, y por otro lado, estar alertas a lo que nuestros usuarios demandan de nosotros.
[1] Wainwright, Eric J. Strategies for university academia information and service delivery. Library Management. Volume 26, number 8/9 2005. pp. 439-456.
[2] http://www.ala.org/ala/alonline/techspeaking/2005colunms/techSept05.htm
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